Existen diferentes razones por las que esto ocurre, y hoy os vamos a contar algunos de ellos.
Recientemente se ha realizado una encuesta en Reino Unido, en la que han participado 7.000 mujeres sexualmente activas de edades comprendidas entre los 16 y los 74 años.
Este ha sido realizado en conjunto por la Facultad de Higiene y Medicina Tropical de Londres, University College London y el Centro de Investigaciones sociales Natcen Social Research, el cual se ha publicado en la Revista Internacional de Obstetricia y Ginecología.
Los resultados obtenidos han sido que una de cada diez mujeres siente dolor al mantener relaciones sexuales, lo cual se conoce como un problema de salud llamado dispareunia o coitalgia.
Las mujeres que sufren esta afección pueden padecer dolor desde que son penetradas, durante el sexo, y hasta después del mismo. Casi el 7,5 % de todas las mujeres encuestadas ha respondido que alguna vez ha sentido este dolor durante sus relaciones sexuales.
Lo más normal es que este tipo de dolencia lo padezcan mujeres con edades comprendidas entre los 55 y 65 años, tras las que les siguen las jóvenes de 16 a 24 años.
Otro estudio, realizado por la Universidad de Canadá sobre el mismo tema a 200 jóvenes estudiantes, ha revelado que en la primera relación sexual, el 50% de ellas ha sufrido molestias o dolor en su vagina con la primera penetración.
Esto puede ser debido a la preocupación y los miedos que se originan durante la primera relación sexual, lo cual hace que se tensen los músculos de la vagina y el propio dolor empeore.
Además, muchas mujeres desconocen que sufren de vaginismo, esto es una tensión involuntaria en los músculos de alrededor de la vagina que se origina cuando se va a intentar penetrarla.
Además, puede ir ligado a la sequedad vaginal, la ansiedad que produce la pérdida de la virginidad y el poder quedar embarazada, lo cual desemboca en la ausencia de placer total de las primeras relaciones sexuales.
En edades comprendidas a partir de los 45 años, lo normal es que la sequedad vaginal y los dolores se vean acentuados por la aparición de la menopausia, aunque también pueden venir derivadas de problemas como enfermedades de transmisión sexual, endometrosis o fibromas.