A estas alturas, probablemente, ya hayas oído hablar del sexting. Sextear o el sexting consiste en enviar mensajes, fotos o vídeos de contenido erótico y sexual por medio del teléfono móvil a través de redes sociales como Instagram, Facebook o WhatsApp a otra persona. Como cabe esperar, en la mayoría de las ocasiones estos contenidos eróticos se envían a personas con las que se guarda una relación muy especial como, por ejemplo, de pareja o amante. Aunque es muy excitante y puede servirnos para mejorar nuestra vida sexual el sexting es una práctica bastante peligrosa. Lamentablemente, cada vez más individuos usan esta interacción sexual para no respetar la intimidad de los demás. Por ejemplo, cuando conocemos a alguien en una aplicación de citas, sextear nos puede servir para “caldear el ambiente” con la otra persona, al igual que ocurre en los chats porno. Sin embargo, también puede ser una herramienta de extorsión muy peligrosa.
Durante los últimos años, se han producido numerosos casos de personas que, en busca de mantener relaciones sexuales a distancia o dar un plus a su vida sexual, han sido víctimas de extorsiones o estafas por sextear. Del mismo modo, en muchas otras ocasiones han tenido que hacer frente a la vulneración de derechos tan fundamentales como el de intimidad o de su propia imagen. No obstante, antes de hablar de este problema, véannos como sextear de la forma más efectiva y divertida. No en vano, el sexting puede ser un acto sexual que dé un giro de 180 grados a nuestra vida sexual. Una experiencia que nos haga escapar de la rutina, como ocurre con los chats porno.
1. No envíes desnudos nada más empezar: recuerda que te encuentras en tu primera cita a distancia de este tipo, o bien es la primera vez que sexteas con tu pareja. Aunque ambos busquen un contenido sexual y erótico en dicha relación, probablemente, ninguno quiera recibir fotos demasiado explicitas nada más comenzar. Por este motivo, lo primero que debéis hacer es charlar un poco sobre cualquier otra cosa que no sea el sexo. Después, lentamente, podéis empezar a centraros en temas eróticos, para más adelante comenzar a intercambiar contenidos eróticos. ¡Ojo!, no envíes fotos de tus genitales nada más comenzar, o de lo contrario, puede que la otra persona “piense” mal de ti… Lo conveniente, como en cualquier relación sexual o como lo que ocurre en los chats porno, es ir despacio.
2. Cuida tu lenguaje: no utilices palabras malsonantes o un lenguaje demasiado obsceno durante el sexting. Piensa que sextear es como tu primera cita, no como charlar con las modelos de los chats porno. Si usas palabras demasiado sucias puede que espantes a la otra persona. En su lugar, mejor que eches mano de palabras sensuales, pero a la vez tiernas.
3. La experiencia es un grado: recuerda que, como en cualquier otro tipo de relación erótica, la práctica te lleva a la perfección. Cuanto más veces sextes, mejor será la experiencia. Por ello, si nunca lo has hecho y quieres hacerlo con una persona que de verdad te importa, resulta importante que primero lo pruebes con una persona menos próxima a ti. En Internet puedes encontrar numerosas páginas donde puedes practicar el sexting con desconocidos y sin ataduras. Una vez que cojas experiencia en estos sitios, podrás llevar a cabo esta práctica sexual de una forma mucho más segura con quien de verdad te importa.
4. Hablar del futuro: si de verdad te gusta sextear, tienes que intentar que la otra persona quiera repetir contigo esta experiencia. Para ello, lo conveniente es que ambos, además de intercambiar contenidos sexuales, charléis sobre lo qué esperáis conseguir la próxima vez que se reúnan. Se trata de lograr que la otra persona sienta excitación, placer y curiosidad, del mismo modo que ocurre en los chats porno. No hay mejor manera que captar la atención de alguien que seducir su mente.
5. Déjate llevar: para finalizar, el mejor consejo de todos es que simplemente lo pruebes. No pierdes nada por probar por primera vez el sexting. Como mucho, lo peor que te puede ocurrir es que, tras sextear, la otra persona te diga que no le ha gustado la experiencia y que no quiere volver a repetirla. Por el contrario, si ambos os sentís bien sexteando, puede que den un giro de 180 grados a su vida sexual. El sexting es una práctica sexual como cualquier otra (BDSM, ver porno, interactuar en los chats porno…) y, por ende, lo más importante de todo es estar relajado y dejarse llevar por el momento.
Finalmente, recuerda que sextear es una práctica sexual un tanto peligrosa. Por desgracia, hay muchas personas sin escrúpulos que utilizan los contenidos eróticos del sexting para extorsionar a sus víctimas. Para ello amenazan con viralizar las fotos, videos o comentarios de la víctima si no reciben a cambio un dinero. Además, el sexting también puede acarrear la suplantación de identidad. En las aplicaciones, redes sociales y demás, resulta fácil hacerse pasar por otras personas. Esto puede provocar que envíes un contenido o unos datos privados a alguien que, en realidad, no es la persona que pensabas. En definitiva, valora los pros y los contras de sexting antes de dar el primer paso.