Según la Universidad de Concordia (Canadá), han encontrado una fórmula definitiva para hacer que las mujeres gocen al máximo de la experiencia: para ello deberás mantener el tacto, la presión y el ritmo adecuado (tacto con las manos, como con la lengua); y conocer que una mujer puede llegar a sentir orgasmos en zonas que no tienen nada que ver con los genitales, como los labios, pezones, orejas, cuello, y hasta los dedos de las manos o pies. Las mujeres pueden experimentar una amplia variedad de experiencias orgásmicas, y dependiendo de la edad que tengan puede que sus gustos vayan cambiando o variando.
A continuación os contamos como podéis tocar las diferentes partes del cuerpo de una mujer para hacer que sienta placer como nunca lo ha hecho:
Clítoris: Tanto con los dedos como con la lengua puedes realizar movimientos y presionar de arriba-abajo, para que el capuchón que lo recubre pueda notarlo. También se pueden mover de forma circular y sentirá placer de la misma forma.
Vagina: Introduciendo los dedos en su interior simularás una penetración, y si intentas que tu mano roce sus labios podrás también estimular el clítoris. También puedes moverlos cuando los tengas en su interior a modo de gancho, de esta forma estimularás el punto G.
Labios: Esta zona es considerada también como erógena, ya que con un simple beso se activan miles de hormonas y neurotransmisores, esto es debido a que tienen 100 veces más sensibilidad que los dedos de la mano.
Cuello: Esta es una de las zonas preferidas por las mujeres, ya que es muy sensible y es fácilmente estimulable a través de besos y caricias, otras son más adeptas a los mordiscos.
Pechos y pezones: Para muchas mujeres es una de las bases fundamentales para disfrutar en el sexo, además hay algunas que pueden sentir el orgasmo de pezón. Puedes empezar agarrándolos suavemente por los costados, cubriéndolos con tus manos. Para hacerlo bien puedes acariciar, lamer, masajear o besar los pechos sin acercarnos al pezón, de esta forma conseguiremos excitarle muchísimo.
Orejas: En la parte inferior de las orejas (el lóbulo, que algunas personas no tienen) se tiene muchísima sensibilidad. Puedes jugar con ellos masajeándolos, mosdisqueándolos, besándolos o lamiéndolos… Es una zona que excita bastante, y además puedes comenzar ahí e ir pasando a diferentes partes cercanas de su cuerpo.