Las principales plataformas de contenidos para adultos –exceptuando los videochats eróticos- fueron convocados para reunirse el próximo lunes 20 de diciembre con el Consejo Superior de Audiovisuales (CSA) de Francia. La CSA es una institución francesa que regula desde 1989 los contenidos que se emiten en los diferentes medios electrónicos –radio, televisión, Internet- del país galo. Desde el organismo gubernamental se ordenó a los principales sitios pornográficos que, de una vez por todas, restrinjan el acceso de los menores a sus plataformas. Páginas como Pornhub o xHamster tienen dos semanas para aplicar las medidas necesarias que impidan a los menores a acceder a sus contenidos. En caso contrario, estas páginas pornográficas corren el riesgo de desaparecer de la red francesa, señala la CSA. Concretamente, la nueva regulación afecta a los sitios de Pornhub, Tukif, xHamster, XVideos y XNXX que cuentan con millones de visitas desde Francia. Más adelante, se prevé que las medidas también afecten a páginas con menor calado en la sociedad francesa. Quedan exentas de la nueva normativa las plataformas de contenidos para adultos que ya están operando con sistemas de verificación de identidad o similares como, por ejemplo, videochats eróticos.
La CSA hizo pública su decisión en el popular diario francés La Monde, donde insta a que las páginas porno más importantes implementen de inmediato un sistema para la verificación de edad para los usuarios. «En el caso de que las plataformas nombradas incumplan su obligación corren el riesgo de ser bloqueadas para siempre en Francia. Pornhub, Tukif, xHamster, XVideos y XNXX tienen un plazo de 15 días para cumplir con la nueva normativa», informó Le Monde. Desde la CSA apelan a la responsabilidad de los operadores, «estos sitios deben implementar inmediatamente las medidas necesarias para que los menores no puedan acceder estos contenidos. No puede ser que nuestros pequeños vean pornografía. Un niño puede quedar conmocionado al ver estos contenidos. Además, corre el riesgo de desarrollar una percepción errónea del sexo durante el resto de su vida».
Un esfuerzo encabezado por grupos en defensa del menor
Como ya ocurre en otros países, en Francia también han aparecido varias asociaciones que autoproclaman su lucha por la defensa de los derechos del menor. Una de sus proclamas es la lucha para evitar que los menores franceses siguán viendo pornografía. Justin Atlan, portavoz de la organización para la defensa del menor e-Enfance, afirma que llevan años presionando a los diferentes operadores pornográficos para que eviten el acceso a menores. «Los servicios pornográficos no pueden seguir saltándose la ley. Debemos seguir presionándoles para que nuestros hijos no puedan acceder a estos contenidos inadecuados para ellos», insto Atlan. «En las películas para adultos, en los videochats eróticos, la mayoría de los contenidos no se asemejan a lo que en realidad ocurre en la vida real. Nuestros hijos corren el riesgo de reproducir en la vida real la brutalidad, la falta de consentimiento o la presión por el desempeño que la pornografía les muestra. Prácticas sexuales que, como todo adulto sabe, son pura fantasía», prosigue Atlan.
Estas iniciativas también han surgido recientemente en otros países como el Reino Unido y Alemania. Ambos países se encuentran entre los mayores consumidores de pornografía. Contenidos para adultos que, como en Francia, apenas están regulados permitiendo que millones de menores puedan acceder a ellos. Sin embargo, los gobiernos británico y alemán están teniendo sus más y sus menos con quienes alertan de la falta de libertad de expresión y privacidad. Y es que la mayoría de las plataformas de contenidos para adultos que operan en estos países -salvo aquellas como los videochats eróticos, puesto que no les afecta- se aferran a estos derechos fundamentales para no tener que implementar estas medidas. Además, desde algunos sectores de la sociedad británica y alemana –ajenos al seno de estas compañías- señalan que implementar estas medidas atenta directamente contra la ley de privacidad de las personas. Estos contratiempos junto con la dificultad de implementar las medidas en los sistemas han hecho que, por el momento, la nueva iniciativa se haya estancado en ambas naciones. Algo que en Francia tanto la CSA como las organizaciones en defensa del menor no quieren que ocurra.
Recopilar los datos mediante tarjeta de crédito
En vistas de lo ocurrido en el Reino Unido y Alemania en Francia se está estudiando la posibilidad de verificar la identidad de los usuarios de otra manera. Concretamente, una solución basada en tarjetas de crédito. Las transacciones serían de cero euros, simbólicas, pero con ellas bastaría para comprobar la mayoría de edad del usuario. Y es que según un artículo en el diario Dumoulin, la Comisión Nacional de Informática y Libertades se opone rotundamente a exigir a los usuarios presentar su identificación a los sitios pornográficos. Sin embargo, si está abierta a la inclusión de las tarjetas de crédito como método para evitar el acceso de menores al contenido para adultos.